20 feb 2014

La Alfabetización Mediática

Fotografía de un niño manejando un ordenador portátil
En la alfabetización mediática cabe destacar tres grupos que deberían actuar de un modo responsable con el fin de que se lleve a cabo una correcta alfabetización mediática de los ciudadanos. Estos grupos son: los poderes públicos, cuya responsabilidad es la de regular los contextos comunicativos y educativos a través de políticas adecuadas a la sociedad democrática en la que vive la sociedad actual; los medios de comunicación que, como creadores de productos que modelan la sociedad, tienen la responsabilidad de la socialización de los ciudadanos, haciendo hincapié en los más jóvenes; y la comunidad educativa, incluidas instituciones educativas y las familias, que deben ser el principal instrumento para el inicio y desarrollo de acciones concretas de alfabetización mediática. Hay diversas responsabilidades y obligaciones que tienen cada uno de los grupos en los que debemos detenernos.

En primer lugar, las responsabilidades de los poderes políticos, que deben crear  políticas para promover la alfabetización mediática. Una de estas políticas es la modificación de la educación para que los ciudadanos, desde la infancia, desarrollen competencias mediáticas, no sólo en la tecnología, sino en la comprensión y evaluación de la variedad de contextos que existen actualmente, y esto es muy importante, porque la lectura y la recepción de los mensajes que transmiten los medios de comunicación debe hacerla todo el mundo y cuanto antes mejor. De este modo se evita la brecha entre generaciones patente en la sociedad actual. Para ello, los centros educativos deberán contar con recursos suficientes para el aprendizaje mediático de los estudiantes, y esto es responsabilidad de lo cargos políticos.

El problema actual es que, a pesar de que vivamos en un mundo en el que cada vez los medios están más presentes que nunca, no se le da la importancia que tienen  a los medios. A la vista está la falta de asignaturas relacionadas con estos temas en los distintos niveles de educación. Y es que los colegios y las universidades siguen anclados en el pasado, en un sistema que sigue sin adquirir conciencia de que el mundo ha cambiado y lo que se enseña debe adaptarse a la actualidad.

Otro grupo importante es el de los prestadores del servicio de comunicación audiovisual. En este caso, hay que destacar temas relevantes como el del  derecho del menor y su imagen. Los prestadores del servicio audiovisual deben encargarse de que los niños no estén expuestos a imágenes que les perjudiquen. Para ello, los medios, por ejemplo, la televisión, deberían clasificar sus contenidos adecuadamente según edades y emitir sus contenidos en la franja horaria que le corresponda al producto audiovisual en cuestión. Ésta es una utilidad de la alfabetización directamente vinculada a la responsabilidad social. 

Y el tercer grupo, el ámbito familiar, está vinculado a otra utilidad de la alfabetización: el equilibrio que debería haber entre el carácter educativo y lúdico que tienen los medios de comunicación.

Llegados a este punto, deberíamos preguntarnos si las distintas  utilidades de la alfabetización mediática, como la educativa, el equilibrio entre entretenimiento y educación, la responsabilidad social y el compromiso político son viables en la era digital en la que vivimos. Por supuesto que son viables, y no sólo viables, sino que son necesarias, porque si antes teníamos que leer y recibir de forma crítica los mensajes que nos llegaban desde los medios, ahora más aún. Ahora todos, pequeños y mayores, debemos estar preparados para afrontar el mundo en que vivimos, porque el mundo digital no es el futuro, es el presente, y si no aprendemos a dominar, controlar y evaluar los medios y las nuevas formas de comunicación, ellos nos controlarán a nosotros, anclándonos en la ignorancia mediática en la que gran parte del planeta está sumida. Pero la realidad es que las múltiples utilidades que tiene la alfabetización mediática se llevarán a cabo si tienen intereses económicos. El miedo actual de las instituciones, en muchos casos, es el de perder más dinero que el que se invierta, sin pensar en el avance social que eso conlleva. Afortunadamente, el avance mediático, social y cultural está en progreso y nos espera, al menos a eso todo apunta, una sociedad totalmente integrada en los medios de comunicación y la tecnología.

En conclusión, la alfabetización mediática de la sociedad debe convertirse en realidad a efectos inmediatos, para así conseguir una alfabetización mediática de todos los ciudadanos, con el fin de aproximar de manera segura y eficaz los medios de comunicación al público, creando en éste una mejor capacidad de evaluación y reflexión sobre los productos audiovisuales que consume. Con la colaboración de instituciones políticas, centros educativos y ciudadanos, todos podemos crear un mundo mejor, comprendiendo con claridad la nueva era en la que hemos aterrizado.

No hay comentarios:

Publicar un comentario